Violencia contra las mujeres en Mauritania: una pandemia en la sombra

Congreso de mujeres

Las situaciones de crisis, como la generada por la pandemia de la COVID-19, revelan las desigualdades preexistentes en la sociedad incrementando la exposición a los riesgos y la vulnerabilidad de las mujeres en cualquier parte del mundo.
En el Día Mundial de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, nos acercamos al caso de Mauritania, donde persisten ancestrales formas de violencia contra la mujer como la esclavitud femenina,  con mujeres que  sufren violencias sexuales y explotación dentro de las casas de sus amos,  o el gavage como se conoce a la práctica del engorde de niñas por cuestiones estéticas.

 En este país del Sahel, en el que medicusmundi Sur  lleva ejecutando proyectos basados en la perspectiva género desde hace más de una década, no existen, por el momento, bases de datos fiables referentes al número de mujeres que sufren o han sufrido violencia basada en el género (VbG); por lo que no es posible conocer verazmente el aumento o disminución de este tipo de violencias en los últimos tiempos. Sin embargo es un país donde aproximadamente el 66% de las niñas y mujeres afirman haber sido víctimas de alguna forma de violencia y/o mutilación genital, aunque en sus formularios sanitarios la VG es inexistente por lo que es imposible la acreditación de las situaciones de violencia de género cuando las víctimas son atendidas. 

“La violencia contra las mujeres no tiene edad ni rango económico”

Las mujeres adultas y adolescentes se encuentran en una situación grave de vulnerabilidad: con dificultades de acceso a los servicios de salud, al empleo o la gobernanza. Además, a esto se le añade el aumento de las agresiones sexuales, así como otros tipos de violencia de género (VbG) como la violencia conyugal que se han visto  acentuadas durante la pandemia. 

Alejandra Carmona Prieto, responsable de los Proyectos de Salud Reproductiva de medicusmundi Sur en Mauritania, nos comenta la existencia de la llamada Violencia obstétrica, muy extendida en las estructuras de salud del país. La salud de la mujer es tratada como un campo secundario en importancia ya que se las ignora como pacientes llegando a vejarlas, insultarlas o a realizarles intervenciones que repercuten en negativamente en su salud : mujeres con más recursos económicos sufren de abusos sanitarios o violencia obstétrica  al practicarles cesáreas innecesarias por clínicas privadas sólo para obtener mayores beneficios económicos. 

La violencia contra las mujeres en Mauritania tiene otras muchas manifestaciones y se extiende también a las niñas que sufren, en su mayor parte, violencias como el matrimonio infantil, la mutilación genital femenina, la esclavitud doméstica (especialmente entre las mujeres de la etnia haratín quienes son discriminadas por su género y etnia) o el llamado gavage o alimentación forzosa. 

Existe, además una gran incidencia de abandono moral y material sobre mujeres mayores o lo que podríamos denominar la violencia sobre la tercera edad ya que muchos hombres abandonan a sus parejas de toda la vida por mujeres más jóvenes quedando muchas mujeres de avanzada edad, totalmente desamparadas.

 Realidades que se ocultan bajo los tabús de una sociedad tremendamente machista en la que los roles de género están tan marcados que las mujeres son con frecuencia infantilizadas y despojadas de toda capacidad de decisión lo que les proporciona una posición muy limitada en la sociedad. 

“En Mauritania no hay escasez de leyes, lo que falta es su aplicación.”

Según Alejandra Carmona la situación de las violencias contra las mujeres no es nueva en Mauritania y tiene un origen histórico y un gran arraigo cultural. Sin embargo, nos dice que “algo está cambiando en este tema en el país ya que se aprecia una mayor apertura institucional. Durante los últimos años tanto la sociedad mauritana como las instituciones públicas han prestado mayor atención y han identificado las violencias como una práctica negativa”  y han aparecido  leyes contra la Mutilación Genital Femenina (MGF) , un marco legislativo del Código de Familia que regula el matrimonio infantil y en 2019, el Ministerio de salud aprobó un protocolo específico para la gestión médica de casos de VbG, centrado en casos de violencia sexual. 

Gracias al posicionamiento más abierto del gobierno mauritano en la lucha contra las diferentes violencias de género, medicusmundi Sur comenzará a ejecutar en breve un proyecto denominado Mejora de la cobertura sanitaria universal de víctimas de violencia de género en la región de Brakna asegurando la continuidad en período de crisis sanitaria, financiado por Agencia Andaluza de Cooperación para el Desarrollo (AACID). El proyecto responde a las necesidades identificadas por el propio Ministerio de Salud mauritano, concretamente del Servicio de Salud Materna, Neonatal, Infantil y Adolescente (SSMNIA) e incide en el apoyo a las víctimas para que estas puedan tener la cobertura sanitaria que hasta ahora no han tenido en la región de Brakna por falta de conocimiento, medios y capacidad de respuesta. 

La cooperante española, hace hincapié en que este tipo de proyectos son muy necesarios en la zona ya que, por ejemplo, la MGF es uno de los grandes problemas de Brakna con 6 de cada 10 niñas víctimas de mutilación. Entre 2010 y 2015,  el 54% de las niñas fueron sometidas a la MGF antes de los 15 años.  En cuanto al  matrimonio infantil  el 40% de las menores de 18 años de Brakna están casadas  frente al 35% de media nacional. 

“Estamos trabajando en colaboración con la ONG local Fabouya que, a su vez, trabaja con el Ministerio de Asuntos Sociales, de la Infancia y de la Familia (MASEF) , apoyando las redes de mujeres comunitarias y poniendo  en marcha acciones de sensibilización “ que tienen como objetivo no solo   modificar los comportamientos de la comunidad frente a estas violencias y sus víctimas, sino también dotar a las mujeres animadoras y facilitadoras de un espacio de desarrollo personal con el que aumentar su autoestima y su posicionamiento en la comunidad.

“Partiendo de la base de que la cobertura sanitaria universal es un derecho de todos y de todas, no podemos dejar a las víctimas de VBG de lado por falta de institucionalización de la temática”, nos comenta la cooperante de medicusmundi Sur que afirma “ La violencia que se ejerce en este país contra las mujeres se ha convertido en una urgencia médica, forense y psicológica sobre la cual hay que establecer unos protocolos de actuación específicos que han de integrarse en las estructuras socio-sanitarias” además de la necesidad de que se elabore y ponga en marcha una estrategia nacional de intervención en violencias sexuales en Mauritania. 

 

Joaquina Murga Cordero  

Área de comunicación de mmSur

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Por favor, rellena los campos obligatorios (*)