Manifiesto en defensa de la Sanidad Pública Andaluza

Desde Medicus Mundi Sur firmamos el manifiesto en defensa de la Sanidad Pública Andaluza junto a otras organizaciones sociales de Andalucía y nos sumamos a las manifestaciones organizadas para mañana sábado  día 19 de febrero
#EsTuDerecho #DefiendeLaSanidadPública

MANIFIESTO
“ES TU DERECHO. POR UNA SANIDAD PÚBLICA DE CALIDAD EN ANDALUCIA”
19 FEBRERO 2022

La salud es un derecho constitucional, conquistado por nuestros mayores, y materializado mediante una
sanidad pública, universal y gratuita. Esto supone la mayor herramienta de igualdad y equidad que puede
vertebrar nuestra sociedad y una base fundamental del desarrollo del Estado de Bienestar al que aspiramos
la sociedad andaluza y las organizaciones firmantes de este manifiesto.

Este derecho de todo ciudadano y ciudadana a una sanidad pública y de calidad se ha visto seriamente
amenazado con la enorme prueba de estrés que ha supuesto la crisis pandémica provocada por la COVID-19,

que ha puesto en evidencia las profundas deficiencias y debilidades del sistema sanitario público
andaluz, y por supuesto la ineficiente gestión que ha realizado y sigue realizando el actual Gobierno
andaluz, que daña al servicio público, obviando su deber de acogerse a los principios que rigen nuestro
Estatuto de Autonomía de Andalucía.
La sanidad pública andaluza ya arrastraba problemas estructurales derivados de las políticas de recortes
que se aplicaron a raíz de la crisis del 2010 pero, sin duda, el deterioro se ha acelerado profundamente en
el binomio 2020-2021, y todo ello a pesar de la comprensión y comportamiento ejemplar de la ciudadanía
andaluza, y por supuesto por la profesionalidad, compromiso e implicación de las trabajadoras y
trabajadores sanitarios que, con su esfuerzo, dedicación e incluso, en ocasiones, bajo el coste de entregar
su salud y sus vidas, han permitido que la atención y calidad sanitaria se mantuvieran a lo largo de todos los
pueblos y ciudades de nuestra Andalucía.

Las políticas aplicadas han supuesto que:

  •  Seamos la Comunidad Autónoma con menor gasto sanitario público por habitante, a pesar de las
    necesidades urgentes que tenemos por nuestra extensión y dispersión geográfica.
  •  Una Atención Primaria absolutamente colapsada que ha sufrido el deterioro de los valores que la
    hicieron grande y apreciada por la ciudadanía, además de la pérdida de las actividades de promoción y
    prevención de la salud que actualmente y en un futuro tendrá repercusiones gravísimas en
    enfermedades crónicas como, por ejemplo, en el diagnóstico del cáncer en estadios avanzados.
  • En pandemia hemos asistido, con asombro, al cierre de centros sanitarios, camas hospitalarias,
    a la pérdida de personal de atención primaria, e incluso se ha despedido a más de 8.000 trabajadoras y
    trabajadores, a pesar de la falta de personal y de la sobrecarga extenuante que arrastran las y los
    profesionales sanitarios provocando incluso un aumento alarmante de las agresiones a profesionales. Y
    todo ello incumpliendo el deber de retribuir a nuestras y nuestros profesionales sanitarios, al menos, en
    igual medida que en el resto de comunidades autónomas.
  • Se ha desatendido y despreciado igualmente la situación precaria e igualmente preocupante de
    las personas trabajadoras de las subcontratas de limpieza, mantenimiento, emergencias sanitarias,
    cocina o seguridad.
  • La pérdida de accesibilidad a la sanidad pública, que se evidencia con colas interminables de
    usuarios en las puertas de los centros de salud, grandes listas de espera que ascienden a más de
    720.000 personas en Andalucía, casi triplicando las cifras de Madrid y Cataluña, y todo ello a pesar del
    infradiagnóstico de patologías, y de la derivación sistemática de pacientes menos graves a la privada,
    que ha supuesto que el Gobierno andaluz actual haya incrementado el presupuesto de la asistencia
    sanitaria con medios ajenos en un 43% en un año (2021-2022), intentando transformar la sanidad
    pública en un negocio.
  •  Aumento de la brecha digital con la exclusión del sistema sanitario público de personas mayores,
    colectivo muy vulnerable que requiere de atención preferente.
  • La tasa de contagios de los profesionales sanitarios en Andalucía ha sido y sigue siendo
    indecente en relación con el resto de España, fundamentalmente por la deficiente protección, además
    de la infradeclaración de accidentes de trabajo por COVID-19 (el 90% de los casos) que supone una
    flagrante vulneración de los derechos de los trabajadores y trabajadoras sanitarios

En definitiva, una situación que es inexplicable en un momento en el que el Gobierno andaluz declara tener
un superávit de casi 2.600 millones de euros en las cuentas de 2020, y siendo la comunidad autónoma que
ha recibido más fondos COVID para la sanidad en 2022, superando la cifra de 4.600 millones en los dos
últimos años de pandemia.

El desgobierno absoluto de la sanidad pública, sin una planificación adecuada y sin su refuerzo, lo único que
consigue es su deterioro, perjudicar nuestra salud y una desconexión entre profesionales, ciudadanos y
ciudadanas y el Sistema Sanitario Público de Andalucía.

Pero los andaluces y andaluzas, y las organizaciones firmantes de este manifiesto creemos que es el
momento de decir BASTA.

Por todo ello, la ciudadanía y las organizaciones que suscribimos este manifiesto nos movilizamos para
exigir al Gobierno andaluz que garantice:

  • Una sanidad pública financiada con los fondos públicos necesarios para acabar con las
    desigualdades en salud y con las desigualdades laborales, especialmente por razón de sexo, con el
    objetivo de que los andaluces y andaluzas disfrutemos de este elemento vertebrador de nuestra
    comunidad.
  •  Una sanidad pública humanizada donde el usuario y el profesional sean el centro del sistema en
    una perfecta integración.
  • Atención presencial, tratamiento e intervención directa con las mujeres como usuarias de la
    salud pública, frente a los servicios de atención vía telefónica, para abordar cada una de las
    enfermedades asociadas por razones de sexo.
  • Una sanidad pública accesible a toda la población donde se disminuya la brecha digital para los
    usuarios y también para los profesionales.
  • Una sanidad pública donde los usuarios tengan sus espacios de participación y decisión.
  • Una sanidad pública donde las actividades de promoción y prevención de la salud vuelvan a
    tener su protagonismo, y donde la perspectiva de género sea línea de actuación central en los planes
    de salud.

La deriva de la sanidad pública actual nos hará perder lo que nuestros mayores consiguieron y nosotros
heredamos. Lo paramos ahora o los andaluces y andaluzas perderemos este patrimonio y pasarán muchos

años hasta poder conseguir el nivel de calidad de los servicios de salud que necesitamos.

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