Violencia de Género: un problema de salud pública y una lucha por los Derechos Humanos

El Día Internacional contra la Violencia de Género, 25 de noviembre, nos invita a reflexionar sobre como la violencia de género no es solo una tragedia individual, sino también un grave problema de salud pública y una violación de los derechos humanos fundamentales.

 

Las violencias de género impactan directamente en la salud física y mental de millones de mujeres y niñas en el mundo, y tienen profundas repercusiones en sus condiciones de vida y sus derechos, en sus comunidades y sociedades. Más allá de sus efectos inmediatos —lesiones físicas, problemas psicológicos, y en muchos casos, la muerte—, la violencia por razón de género ocasiona un ciclo de pobreza, marginación y desigualdad que afecta a generaciones enteras.

Combatir esta violencia implica defender los derechos universales y asumir un compromiso firme con la justicia, la igualdad y la dignidad humana. Desde esta perspectiva, es crucial no solo ofrecer apoyo integral a las supervivientes, sino también trabajar para transformar las normas culturales y sociales que perpetúan estas violencias, construyendo así un cambio estructural y sostenible.

Cada mujer y niña que enfrenta la violencia de género lo hace desde una realidad única y personal, moldeada por la interacción de múltiples factores como el género, la etnia, la clase social, el acceso a la educación o su contexto cultural. Para avanzar hacia una sociedad libre de violencias, es imprescindible comprender en profundidad las formas de discriminación y vulnerabilidad que enfrentan las mujeres en todo el mundo y reconocer la complejidad de sus experiencias.

En este contexto, en la región de Brakna en Mauritania, Medicus Mundi Sur ha desarrollado un proyecto que ha mejorado la cobertura sanitaria para mujeres y niñas supervivientes de violencias basadas en género (VBG), en colaboración con organizaciones e instituciones locales y con el apoyo de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID).

Enfocando la violencia de género desde la salud

El proyecto ha abordado el desafío de que las mujeres víctimas de VBG tengan acceso a servicios de salud públicos preparados y que estos sean de calidad, respetando su dignidad y autonomía, a la vez que proteger y empoderar a las supervivientes asegurando sus derechos.

Las acciones se han centrado en garantizar una respuesta sanitaria a todas las víctimas de violencia de género en las provincias de Aleg y Boghé, apoyando a la Dirección Regional de Salud en la implementación de servicios sanitarios de atención especializada, un reto significativo en un país donde los recursos son limitados y las víctimas, a menudo, no encuentran apoyo adecuado.

Entendiendo la realidad compleja de las mujeres

La realidad de las mujeres en Mauritania es particularmente compleja, ya que no solo enfrentan violencia de género, sino también discriminación étnica y cultural, y en muchos casos, una pobreza extrema que limita sus posibilidades de acceder a apoyo adecuado.

Las realidades culturales y sociales en este país influyen profundamente en cómo se percibe y enfrenta la violencia machista por lo que entendemos que para combatir esta situación es fundamental adoptar un enfoque que considere cómo género, etnia, clase social y contexto cultural interactúan y agravan la vulnerabilidad de ciertos colectivos.

Fortaleciendo la respuesta sanitaria y psicosocial

Uno de los ejes fundamentales del proyecto ha sido la capacitación de los profesionales de la salud en atención sanitaria y psicológica a víctimas de VBG. Más de 105 profesionales de la salud de Aleg y Boghé, incluyendo médicos, matronas y enfermeros, han recibido formación en género y sobre cómo identificar, asistir y proteger a mujeres en situación de violencia. Este enfoque garantiza que el sistema de salud sea sensible y receptivo a las necesidades específicas de las mujeres.

A través de alianzas con organizaciones locales como Fabouya y otras instituciones públicas y comunitarias, se han creado marcos de colaboración para brindar una atención integral que permita atender las diferentes necesidades, no solo en materia de salud, sino también las sociales, económicas y jurídicas, de las supervivientes.

Asimismo, se ha favorecido la creación de redes de apoyo entre organizaciones feministas para ofrecer asistencia psicosocial a las mujeres víctimas de VBG y luchar contra la lacra que supone esta práctica para ellas.

Sensibilización Comunitaria: hacia un cambio de mentalidad

Para combatir la violencia de género, es fundamental trabajar de manera directa con las comunidades, desafiando normas y actitudes culturales que perpetúan la desigualdad y la discriminación. En Medicus Mundi Sur no solo ofrecemos atención a las víctimas, sino que también desarrollamos campañas de sensibilización en género y derechos humanos, diseñadas para promover un cambio profundo y sostenible.

En la región de Brakna, hemos alcanzado a más de 135,000 personas a través de herramientas participativas como teatro-fórum, cine-foros y programas de radio. Estas actividades no solo informan, sino que también generan espacios de diálogo y reflexión donde las comunidades pueden cuestionar prácticas discriminatorias y construir colectivamente una cultura basada en el respeto y la igualdad.

Nuestro objetivo es claro: impulsar una transformación que surja desde las propias comunidades, fomentando la participación activa y el compromiso colectivo contra la violencia sexista y a favor de la igualdad. Este enfoque asegura que el cambio sea sostenible y adaptado a las realidades locales.

 

Un compromiso global con la Igualdad

El trabajo de Medicus Mundi Sur en Mauritania es una muestra del compromiso global de la organización con la salud y con la eliminación de cualquier forma de violencia y hostilidad hacia las mujeres. Sabemos que su erradicación no se logra únicamente a través de intervenciones individuales y aisladas, sino que requiere un enfoque integral que contemple todas las dimensiones de la discriminación y vulnerabilidad que enfrentan las mujeres en todos los contextos y geografías. Las buenas prácticas y los logros alcanzados en este proyecto no solo han transformado vidas en la región, sino que también nos ofrecen una metodología adaptable a otros contextos,  incluyendo los más cercanos, para fortalecer políticas y programas para combatir la violencia de género.

El compromiso es trabajar junto a las comunidades y organizaciones locales y globales para construir sociedades más justas y equitativas. Cada intervención, cada capacitación, cada red de apoyo, cada esfuerzo de sensibilización representa un paso hacia un mundo donde las mujeres, independientemente de su origen, contexto o situación, puedan vivir con dignidad, seguridad, libertad, con plenos derechos y sin miedo.

Para entender mejor el impacto de nuestro trabajo, te invitamos a ver y compartir el video que hemos realizado sobre el proyecto en Mauritania contra la violencia de género .

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