Profesionales de la salud para todos: un problema mundial

Nadie duda de que tener suficientes profesionales de salud cualificados es vital para cualquier sistema sanitario que pretenda atender las necesidades de salud de su población. Sin embargo, la situación mundial al respecto está lejos de ser aceptable: más de 50 países, principalmente en Africa y Asia del sur, se enfrentan a una crítica escasez de trabajadores de la salud, que explica gran parte de la mortalidad y la morbilidad en estos países. También en España, la situación puede llegar a ser dramática.

Las envejecidas sociedades de los países llamados desarrollados en Europa y América del Norte necesitan cada vez más cuidados de tipo crónico. Esta tendencia, junto con la demanda creciente de atención sanitaria en general y el envejecimiento del personal sanitario (con la expectativa de numerosas jubilaciones en los años venideros) está provocando un incremento de las necesidades de personal de salud que los sistemas de salud nacionales no prevén satisfacer. De hecho, la Comisión Europea estima, en su documento de trabajo “Plan de acción sobre personal sanitario de la UE”, que si se mantienen las actuales técnicas de formación, en 2020 habrá una escasez de 1 millón de profesionales en Europa. En España, se estima que el año 2025 este déficit será del 14%, incluyendo médicos de cabecera y especialistas. Estos cálculos se realizaron antes de conocer la situación actual donde, debido a la crisis económica, muchos profesionales españoles están buscando oportunidades de trabajo fuera de nuestras fronteras.

La OMS señala cuatro áreas-clave estratégicas para que los Estados miembros logren contar con un volumen sostenible de personal sanitario y fortalecer así sus sistemas de salud: defender, intercomunicar y movilizar los recursos existentes; crear sistemas de información para los recursos humanos de salud; invertir estratégicamente en recursos humanos para el desarrollo de la salud; e igualar las políticas e intervenciones sobre recursos humanos al nivel que tienen las demás.

¿Qué soluciones existen para remediar esta escasez de personal? La solución primera y más racional que aparece cuando se piensa en el tema es que cada país planifique adecuadamente sus necesidades de trabajadores de la salud, poniendo así las bases para garantizar la preparación de suficiente personal de cada nivel. Sin embargo, este plan no resulta sencillo. Primero, porque es difícil calcular los cambios que habrán de soportar los patrones demográficos y epidemiológicos así como las futuras demandas de la población y, después, porque la dificultad es aún mayor en países con un sistema frágil de salud, que no poseen recursos suficientes para llevar a cabo esta planificación con éxito. Además, muchos países (si no todos) no conocen el número exacto de sus profesionales sanitarios, especialmente en el sector privado. Por ejemplo, España está tratando de obtener el primer registro de su personal de salud, que se espera que esté operativo en 2014, puesto que no se conoce con seguridad cuántos trabajadores hay, ya que los cálculos se basan solamente en estimaciones. Más aún, espcialmente en países donde los trabajadores juegan papeles importantes en atención sanitaria, incluso resulta confuso identificar quién debería contabilizarse como «personal médico».

La segunda y “más fácil” solución, ya puesta en marcha en muchos países durante los últimos años, es la importación del personal de salud. A medida que el mercado de trabajo se vuelve más globalizado, la creciente demanda internacional está impulsando su migración y movilidad. Hasta no hace mucho, los mayores países receptores eran los más desarrollados, pero en los últimos años la transferencia de personal también se produce desde los países desarrollados hacia los emergentes. Un ejemplo de esto es el programa de Brasil «Mais médicos para o Brasil» (Más médicos para el Brasil) donde el 28% de los 358 médicos inscritos en su tercera edición son españoles. Por lo tanto, es un problema global que afecta o puede afectar a todos los países.

La contratación de trabajadores de la salud extranjeros puede ser una manera de satisfacer la demanda interna durante cierto tiempo. Sin embargo, puede empeorar la escasez de trabajadores cualificados en otros lugares, especialmente en los países de ingresos bajos y medianos e incluso en los desarrollados como algunos europeos. Y hay otro elemento que agregar a este debate: el costo soportado por los países en la formación de personal sanitario. Por ejemplo, en España se estima que cuesta unos 120.000€ formar a un graduado y la CESM (Confederación Española de Sindicatos Médicos) calcula que el costo de la formación de un especialista MIR es aproximadamente 200.000€. A nivel mundial, las cifras son también muy preocupantes. Se considera que los sistemas nacionales de salud de nueve países africanos han perdido 2.170 millones de dólares, en forma de inversión dedicada a la formación de sus médicos, debido a la emigración después de su graduación. A su vez, esta misma entrada de inmigrantes ha llegado a proporcionar un beneficio de 4.550 millones de dólares a los países receptores de estos profesionales. Asistimos así a la contradicción de que el flujo de profesionales de la salud va desde los países donde hay una mayor escasez hacia los países que tienen más recursos.

Quienes trabajan en desarrollo conocen muy bien esta historia. Muchos de los programas de formación que se desarrollan para la cooperación en salud tienen poco éxito porque el personal migra al finalizar sus estudios, dejando precisamente a las poblaciones con mayores necesidades sin personal para atenderles. La proporción de trabajadores de la salud en muchos países africanos es ridícula. Hay 2 médicos/1.000 habitantes en África y 33 médicos/1.000 habitantes en Europa… ¡y Europa sigue atrayendo personal africano! Aunque esta captación se extiende por todo el mundo, algunos países absorben la mayoría del personal extranjero. Los Estados Unidos, Canadá, Reino Unido y Australia emplean al 69% del total de los médicos extranjeros que están trabajando en la OCDE (Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo de los Países).

Carlos Mediano, federacion2@medicusmundi.es
Federación de Medicus Mundi España 

 HW4All es un proyecto de la sociedad civil europea para lograr un sector sanitario sostenible en todo el mundo, para fortalecer los sistemas de salud en un esfuerzo conjunto de todos los países y sociedades. El objetivo es conseguir aplicar el Código de Prácticas Mundial de la Organización Mundial de la Salud sobre contratación internacional de personal Sanitario.

El proyecto dispone de una plataforma de colaboración online para todas aquellas personas que quieran participar en el mismo

 

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