Salud Visual y Desarrollo

El Día  Mundial  de la Visión que se celebra hoy  fue instaurado  por la Organización Mundial de la Salud (OMS ) y el Organismo Internacional de Prevención de la ceguera  (IAPB) para visibilizar y concienciar sobre la discapacidad visual y la ceguera como grandes problemas de salud pública .

 

A pesar de que en los últimos 30 años se han realizado esfuerzos considerables para tratar las afecciones oculares y la deficiencia visual, pues ya en 1999, la OMS puso en marcha la iniciativa mundial para la eliminación de la ceguera evitable “Visión 2020”, la realidad es que un tercio de la población mundial sufre discapacidad visual, según se recoge en el en el informe de salud visual de 2020 de la OMS.

Esto supone que al menos 2.200 millones de personas presentan deterioro de la visión de cerca o lejos y de ellas casi la mitad, es decir en unos 1.000 millones de esos casos, el deterioro visual podría haberse evitado con una intervención temprana o todavía no se ha aplicado un tratamiento adecuado.

Se considera que los errores de refracción no corregidos (miopía, hipermetropía y astigmatismo) son los responsables de la deficiencia visual de 123,7 millones de personas, las cataratas lo son de 65,2 millones y la presbicia (conocida como vista cansada) de 826 millones.

La catarata es la primera causa de ceguera evitable en África. Esta afección, muy extendida entre la población adulta, sigue siendo una de las grandes preocupaciones en lo que respecta a la salud ocular, ya que la mayoría de los afectados, por falta de medios o desconocimiento, se quedan completamente ciegos, perdiendo de este modo su valía y disminuyendo su calidad de vida.

Medicusmundi trabaja en países en desarrollo para mejorar la vida de las personas, muchas de ellas se ven limitadas en la realización de tareas cotidianas debido a alguna discapacidad visual siendo la más invalidante la ceguera. Lo que afecta no solo a su calidad de vida sino también a sus posibilidades de desarrollo humano y social al frenar su interacción con el entorno.

 

Cooperación en ¨Salud Visual”

En medicus mundi llevamos trabajando salud ocular desde 1994 en países como Marruecos, Burkina Faso o Ecuador, tanto desde nuestra asociación en Andalucía como en la de Castilla la Mancha hoy integradas ambas en medicusmundi Sur.

Nuestra Asociación es miembro fundador de la Sociedad española contra la ceguera en países en desarrollo (SECC) donde unimos nuestro trabajo al de otras 10 asociaciones y fundaciones de España y todas juntas conseguimos llevar a cabo proyectos en  25 de los  países más empobrecidos de África, Latinoamérica e India realizando cerca de 40 programas distintos de prevención y tratamiento de la ceguera: Programas de Tracoma, avitaminosis A, Ceguera infantil, diabetes,  campañas quirúrgicas, defectos de refracción etc.

Porque pensamos que es “inaceptable” que 65 millones de personas sufran ceguera u otros problemas visuales simplemente porque viven en la pobreza, cuando una simple operación de cataratas podría corregir el problema o que más de 800 millones de personas tengan problemas para realizar sus tareas cotidianas por no tener acceso a  unas gafas.

Y porque defendemos que la Cobertura Universal de la Salud debe contemplar el acceso a servicios de oftalmología de calidad e integrados en un sistema sanitario público y gratuito, que no haga depender la solución de los problemas de salud de la situación financiera de las personas, llevamos casi 30 años trabajando en la realizando proyectos de salud ocular con personas vulnerables en países de África y América Latina. ( Dossier: MedicusMundi Sur: 30 años de Cooperación Visual )  

A nivel general todos los proyectos de Salud Visual que realizamos tienen como objetivos oftálmicos:

  1. Reforzar el sistema sanitario a partir de la integración de los proyectos de salud ocular en el sistema de salud público del país
  2. Fortalecer las capacidades técnicas del personal local sanitario con programas de    formación teórico-prácticos.
  3. Contribuir a mejorar infraestructuras y equipamiento de los servicios de oftalmología de forma sostenible y autónoma.

 

La salud visual no es solo “Ver bien

El deterioro de la visión afecta gravemente a la calidad de vida de la población adulta afectando a su participación en el mercado laboral, su productividad y suelen registrar tasas más altas de depresión y ansiedad.

En las personas de más avanzada edad puede llevar al aislamiento social, dificultad de movilidad y un a un mayor riesgo de caídas y fracturas.

En el caso de los niños sufrir retrasos un deterioro grave de la visión puede generar retrasos en el desarrollo motor, lingüístico, emocional, social y cognitivo, con consecuencias para toda la vida

La salud ocular es clave para garantizar una buena salud general y bienestar.

La Salud visual puede combatir la pobreza

 

La falta de visión no es causa directa de muerte, por lo que no es un área prioritaria en las políticas sanitarias de los gobiernos ni en programas de Cooperación Internacional. Sin embargo, gozar de una buena visión es fundamental, especialmente en zonas empobrecidas, ya que hasta el 80% de la información que recibimos nos llega a través de los ojos.

Además, una mala salud visual trae consigo una serie de consecuencia que frena el desarrollo socio-económico tanto de la persona como de su entorno o comunidad.

La carga de enfermedades oftalmológicas y deficiencias visuales no afecta a todas las personas por igual: a menudo afecta mucho más a las personas que viven en zonas rurales, a aquellas con bajos ingresos, a las mujeres, a las personas mayores, a las personas con discapacidad, a las minorías étnicas y a las poblaciones indígenas.

Las consecuencias que la deficiencia visual tiene en los menores son muy importantes ya que interrumpe el proceso de aprendizaje imprescindible en su desarrollo personal (disminuye la capacidad de relacionarse con el entorno y lo hace más vulnerable a la pobreza y a sufrir exclusión social), y también educativo (interrumpe su educación afectando a su presente y a su bienestar futuro).

Esta consecuencia que tiene en la educación es clave para países en vías de desarrollo ya que es la escasez de recursos humanos capacitados es uno de los mayores desafíos que tienen y que, en el caso de la salud visual, imposibilita aumentar la disponibilidad de servicios de atención ocular y reducir la prevalencia de la deficiencia visual y la ceguera que se podrían haber evitado o que aún no se han tratado.

Seguir trabajando por la salud visual

Cerca de 300 millones de personas tienen ceguera o muy baja visión en todo el mundo. De ellas el 90% viven en países en desarrollo lo que ocasiona unas pérdidas económicas superiores a enfermedades como el HIV.

El 80% de todas las discapacidades visuales se pueden prevenir, tratar o curar. La OMS considera que, junto con las vacunaciones, es una de las acciones más efectivas desde el punto de vista sanitario para luchar contra la pobreza.

Por todo ello nos parece fundamental seguir trabajando en este ámbito de la salud y esperamos contar con el apoyo de instituciones y particulares para continuar, no solo la ejecución de campañas quirúrgicas que siguen siendo muy necesarias, sino también la formación especializada de personal sanitario del país y la prevención en edad temprana enfermedades que conducen a la ceguera pero que son curables tratándolas a tiempo.

La salud ocular es un deber de todos

Para la financiación de estos proyectos medicusmundi ha contado con el apoyo financiero de entidades públicas como la Junta de Andalucía, la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha, Ayuntamiento de Albacete, la Universidad de Granada y el CICODE y entidades privadas como General Óptica.

Además del esfuerzo de todos aquellos profesionales voluntarios que ofrecieron su tiempo y trabajo para conseguir que la salud sea un derecho al alcance de todas las personas, combatir la pobreza y favorecer el desarrollo humano y económico de las comunidades más vulnerables.

A todos ellos gracias!!!

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