Una empresa solidaria
se define por:
- Su compromiso activo con la resolución de los retos y problemas de la sociedad.
- Su diferenciación con la competencia por llevar a la práctica unos valores positivos que el consumidor valora.
- Posee una imagen de su empresa enriquecida con valores solidarios.
- Su base social: trabajadores, proveedores y clientes se sienten motivados y partícipes de un proyecto de ayuda a los más desfavorecidos.